Observo para luego escribir, sin nombres, solo historias contadas por si acaso.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Ganar o perder.





Siempre estás dos palabras me han llamado la atención, ganar o perder, sobretodo, cuando veo a las personas sufrir cierta transformación cuando una de estas acciones las envuelve.

Estamos luchando día a día por ganar, a nadie le gusta perder, eso lo sabemos, y no todos tienen la capacidad de asumir la derrota.

¿Qué realmente es lo que tenemos? ¿De qué somos dueños?, si cuando llegamos al mundo, no traemos más que los sueños vírgenes, pensamientos sin desarrollar, capacidades sin definir, talento dormido, es con el correr de los días, que vamos desarrollando cada detalle y vamos obteniendo ese arsenal de cosas que llegan a ser, eso, nuestras cosas, nuestros sueños, deseos, metas y tanto más.

¿Qué nos llevamos cuando llega la hora de partir? nos vamos sin nada material, lo único que nos llevamos, son todos aquellos sentimientos que fuimos sumándole a nuestro ser, buenos o malos, eso se va con nosotros a otra dimensión desconocida, que aún no sabemos si servirá o quedan ahí, paralizados sin servir para más nada.

Entendí de manera brutal, sangrante y desgarrante lo que era perder, llegado ese día, todo se transformo ante  mis ojos, vi la pequeñez de todo aquello que antes se había ido de mis manos, vi como había sufrido innecesariamente ante pérdidas superfluas y vanas.

Y me vi de rodillas ante el cielo, ante Dios mismo, con mil preguntas, y con un corazón mutilado de dolor, pretendiendo ser sobreviviente, aferrándome a la esperanza del tiempo, era lo único que tenía para no perderme en el abismo de aquel inmenso dolor, había perdido parte de lo más amado, de mi más hermoso legado de mujer.

Perder, ¿qué más puedo perder? si ya perdí parte de mi vida.

Y en esa pérdida, gane la fortaleza que desconocía poseía, gane el recuento de los días que caen lentos sobre mi regazo, mientras las siluetas nocturnas se enredan en mi cabello, gané la clara percepción de sentir más allá de mis sentidos, de valorar lo que tengo, de lo que aún me queda por recibir, de esos días que han de llegar inciertos, de horas que me pertenecen sin saber cuan largo será su trayecto en mi.

Gane mientras perdí,  sigo caminando hacia adelante, dibujando sonrisas, esbozando sueños, tejiendo las letras para dejar salir aquello que nace fuerte desde lo más profundo de mi ser.

Y me pregunto de nuevo, ¿porque luchar tanto por ganar y no perder, cuando en la vida hay mucho por hacer?

VMdeH 2015-08-05




No hay comentarios.:

Publicar un comentario